¿Qué nos podría decir sobre el uso correcto de la mascarilla?
Es claro que, ante la
epidemia que enfrenta el mundo en este momento, ha existido un incremento claro
del uso de mascarillas respiratorias en los ámbitos públicos de la vida
cotidiana. Sin embargo, este uso ha desencadenado polémicas alrededor de su
utilidad. Surgen preguntas como “¿son las mascarillas realmente efectivas?,
¿pueden las mascarillas evitar el contagio de COVID-19?, ¿es ético que todos
usemos mascarillas estos días?”.
Y es que hay quien
defiende el uso de las mismas, bajo la creencia de que las mascarillas nos
protegerán contra las unidades virales que pueden transmitirse en la vida
pública. También existen aquellos que insisten que el uso de mascarillas debe
atenerse solo a quienes presenten algún síntoma. Así, ¿cuál es la respuesta
correcta?
Para responder esta
pregunta usaremos dos caminos: el primero, las fuentes oficiales. Cabe resaltar
aquí que la búsqueda de información oficial es absolutamente necesaria en estos
momentos, no solo para protegernos, sino para evitar el pánico generalizado.
Según la OPS
(Organización Panamericana de la Salud), el uso de mascarillas solo es efectivo
para quienes tengan síntomas. Las mascarillas contienen los agentes virales
(fluidos corporales como saliva o mucosa) dentro del espacio de la persona que
porta el virus. La mascarilla evita que estos agentes se extiendan hacia el
resto de las personas, volviéndose un efectivo método de protección. Además,
esta institución recomienda el uso de mascarillas a los empleados que vayan a
tener contacto extendido con el público, ya que la mascarilla evitará la
entrada de agentes virales al cuerpo del empleado. En este entendido, la OPS
expone los siguientes puntos:
Uso correcto de
mascarillas en:
Las personas que tienen síntomas respiratorios como tos, estornudos o dificultad para respirar, incluso cuando buscan atención médica, para proteger a los que están a su alrededor.
Las personas (incluidos los familiares) que brindan atención a personas con síntomas respiratorios.
Trabajadores de la salud, cuando ingresan a una habitación con pacientes o cuando tratan a un individuo con síntomas respiratorios, y de acuerdo con el tipo de atención que se brindará.
Sin embargo,
las instituciones indican que la mascarilla no es un método cien por ciento
efectivo contra el contagio. Su uso es simplemente una precaución contra un
posible medio de expansión, pero no es totalmente fiable. Como menciona el
subdirector de la OPS, Jarbas Barbosa: “Ninguna
medida preventiva es 100% efectiva para prevenir infecciones, pero practicar
todas ellas de manera conjunta puede reducir las posibilidades de propagar la
infección”.
Ahora, en
cuanto al público en general, la OMS explica que el uso extendido, incorrecto
de las mascarillas puede ser altamente perjudicial. Si bien la mascarilla
funciona como un escudo ante los agentes patológicos que pueden expandirse en
lugares concurridos o públicos, la acumulación de gérmenes en la superficie de
la mascarilla puede desencadenar contagios al ponerse en contacto con la piel
del dueño de la mascarilla, causando una cadena de contagios igual de
perjudicial.
Las
mascarillas, como se mencionaba anteriormente, son altamente efectivas al
momento de cubrir a quienes ya están presentando algún síntoma. Como menciona
la OMS, si se presentan síntomas como tos, estornudos o dificultad para
respirar, las recomendaciones son:
Use una mascarilla facial, en caso de estar infectado, para evitar la propagación de la enfermedad.
Si no usa una mascarilla, pero tose y estornuda, cúbrase la nariz y la boca con el codo flexionado o con un pañuelo de papel; luego deséchelo y lávese las manos.
¿Como y cuando usar las mascarillas o barbijos?
Una vez aclarados estos puntos, dejamos la lista de recomendaciones que tiene la Organización Mundial de la Salud respecto a las mascarillas:
¿Cuándo usar mascarilla?
Si está usted sano, solo necesita llevar mascarilla si atiende a alguien en quien se sospeche la infección por el 2019-nCoV (coronavirus)
Lleve también mascarilla si tiene tos o estornudos.
Las mascarillas solo son eficaces si se combinan con el lavado frecuente de manos con una solución hidroalcohólica o con agua y jabón.
Si necesita llevar una mascarilla, aprenda a usarla y eliminarla correctamente.
¿Cómo ponerse, usar, quitarse y desechar una mascarilla?
Antes de ponerse una mascarilla, lávese las manos con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón.
Cúbrase la boca y la nariz con la mascarilla y asegúrese de que no haya espacios entre su cara y la máscara.
Evite tocar la mascarilla mientras la usa; si lo hace, lávese las manos con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón.
Cámbiese de mascarilla tan pronto como esté húmeda y no reutilice las mascarillas de un solo uso.
Para quitarse la mascarilla: quítesela por detrás (no toque la parte delantera de la mascarilla); deséchela inmediatamente en un recipiente cerrado; y lávese las manos con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón.
Una vez
analizadas las fuentes oficiales, llegamos al segundo camino de respuesta: la
lógica. Tomemos en cuenta la naturaleza del Coronavirus. Este es un virus de
fácil transmisión de persona a persona. Tener un escudo entre la entrad (boca)
y el agente puede ser muy útil. Pero si el escudo se contamina y entra en
contacto con alguna entrada (ya sean pequeñas aberturas en la piel u
orificios), este método se convierte en un potenciador del contagio, eliminando
así sus características positivas y poniendo en riesgo de contagio a todos
quienes usen mascarillas con frecuencia.
Como
conclusión, podemos comprender que el uso de mascarillas tiene justificaciones
claras, ya que si es un escudo contra la transmisión de agentes virales de
persona a persona. Sin embargo, el uso desmedido, erróneo o incorrecto de las
mascarillas puede también ser un perjuicio para su portador, la gente a su
alrededor y la sociedad en general. El objetivo principal de los cuidados
personales en esta crisis es evitar el contagio a toda costa. Es por esto que
el uso de mascarillas debe ser acorde a las recomendaciones de instituciones
especializadas, las cuales indican su correcto uso, para contener el virus,
evitar su expansión y, sobre todo cuidarnos a nosotros mismos y a quienes amamos.